quinta-feira, 1 de novembro de 2018

Cucharadas


El encanto
de las chocolatinas y las fresas,
como un cuerpo desnudo
con pedacitos de almendra
y unas gotas de miel.

Unos labios de trufa
y natillas calientes
con un poco de helado
y un bizcocho borracho.

La pasión del azúcar quemada
sobre la crema fría
en los postres helados.

El jadeo
de las moras silvestres,
de las claras a punto de nieve
flameadas al horno.

Un hechizo perverso
para las bocas,
para los paladares insomnes
que después de amar
todavía tienen hambre.

por Ana Merino
fotografía de Ekaterina Zarkhova

2 comentários:

Marta Vinhais disse...

Quem diria que o chocolate, morangos, natas pudessem ser tão sexy, tão eróticas? A deslizarem pelo corpo....
Beijos e abraços
Marta

Pedro M disse...

Ahhh minha querida Marta...
E o prazer de lentamente os saborear sore a pele?...
Um beijo